
Abrí mi primer blog cuando estaba en la escuela. Escribía de cosas que hoy me causan mucha risa. Coleccionaba diarios, documentaba experiencias, escribía oraciones, peticiones de oración y pensamientos dispersos. Aún conservo algunos de ellos porque en ocasiones me sirven para recordar la fidelidad y la misericordia de Dios.
Mientras caminaba a la adultez seguía escribiendo en mis diarios, pero mi amor por la blogósfera se fue durmiendo. El sueño fue muy largo pero despertó en el 2010 cuando comencé a leer las publicaciones de Revive Our Hearts y al cabo de unos años la bloguera que había en mí encontró su hogar en Aviva Nuestros Corazones. Ahí he tenido la oportunidad de ejercitar mis músculos digitales mientras mis dedos y mi corazón se deslizan por el teclado. Cometiendo errores, aprendiendo de los que saben y tratando de centrar mis palabras y mi vida en el Evangelio, sigo caminando por este mundo virtual.
Así que, después de tener mi blog cerrado por "un par" de años, decidí abrirlo con el fin de usarlo como una libreta virtual, para compartir experiencias personales y aquellas cosas menos formales que no compartiría en los blogs donde normalmente contribuyo y también para coleccionar algunos artículos, ya escritos, que me definen y son especiales para mí.
Todo esto para decir que este blog no es un ministerio en sí mismo, no tiene una frecuencia de publicación establecida, es simplemente...
una libreta virtual en la quiero compartir un poquito más de mí y de la esperanza que sostiene mi fe.